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Esta es una actividad que las hacemos personas de las comunidades, que nos permite no solo proteger los valores ambientales (como el bosque, los ríos, la biodiversidad) sino que a través de él logramos la gobernanza de nuestro territorio y nos ha permitido: conocer el territorio, capacitarnos, tecnificar el conocimiento, generar empleo entre otros.
El monitoreo es una labor que realizamos en todo nuestro territorio, pues no es solo de las especies, el agua y el medio ambiente, también realizamos actividades que nos permiten estar al tanto de cómo están nuestras comunidades.
Por eso realizamos actividades en nuestros bosques en los consejos locales de San Miguel, Peñaloza y Titiza, donde tenemos establecidas parcelas de bosque, potrero y de fuga del proyecto REDD+. Allí monitoreamos, además de los bosques, las especies presentes y las comunidades que los cuidan y hacen uso de ellos.
Principalmente quienes vivamos más cerca de los bosques, pues resulta más práctico según las distancias que debamos recorrer de un sector a otro. Para el monitoreo de bosques y biodiversidad del Corredor tenemos un equipo de monitoreo comunitario conformado por hombres y mujeres que realizan diariamente las actividades establecidas en cada sector.
Realizamos recorridos en el área del proyecto REDD+ Corredor de Conservación Chocó-Darién y en el DRMI para monitorear todos esos valores de conservación que tenemos (los bosques, los ríos, la biodiversidad y la comunidad).
Los bosques, chungales y el humedal de esta área han sido afectados por el crecimiento de la ganadería extensiva. El principal propósito del monitoreo forestal que hacemos en el DRMI está orientado al control de la deforestación y conservar nuestros ecosistemas.
La presencia de algunas aves nos indica la salud de nuestro bosque. Por eso nuestro equipo de monitoreo de bosques y biodiversidad realiza periódicamente avistamientos de aves en los que identificamos las especies y las zonas en las que las encontramos con mayor frecuencia.
Así como las aves, hay especies de mamíferos que nos muestran cómo están nuestros bosques. En nuestro territorio encontramos monos aulladores, titíes, varias especies de felinos, venados, y otros animales, a los que monitoreamos a través de la instalación de cámaras – trampa en algunos sectores de las montañas. También hacemos seguimiento de sus huellas y así identificamos qué especies han estado en alguna zona.
Realizamos periódicamente análisis de calidad de agua en los principales ríos y quebradas del territorio. A través de macroinvertebrados sabemos cómo están nuestras fuentes hídricas y buscamos estrategias para mantener su calidad. Gracias a esto sabemos que en Cocomasur el agua es buena para el ecosistema.
Tenemos un proceso comunitario, liderado principalmente por mujeres, de restauración de las áreas deforestadas y degradadas del DRMI con árboles nativos a través del cual buscamos recuperar los ecosistemas para que sean de nuevo como los conocieron nuestras ancestras y ancestros.
Datos de interés
Especialmente en las áreas más críticas o degradadas enfatizando en la rivera de los ríos como el Tolo y Neca, en quebradas como Maniburro, Playona y otras menores en los demás consejos locales, así como en los nacimientos o ojos de agua.
A través de la recolección de semillas nativas de árboles maderables y frutales del territorio, las cuales germinamos y sembramos en viveros que tenemos en cada uno de los 9 consejos locales. Cuando las plántulas tienen un tamaño adecuado las trasplantamos a su lugar definitivo. Durante algunos años protegemos y les hacemos seguimiento a estos árboles para que puedan crecer y mantenerse en el tiempo.
Presenta información sobre las comunidades y destinos específicos donde los visitantes pueden participar en el etnoturismo. Describe las características únicas de cada lugar, su ubicación geográfica, atracciones cercanas y cómo llegar allí.
Destaca la importancia de los guías y anfitriones locales en el etnoturismo. Menciona la experiencia y conocimientos que estos individuos tienen sobre su cultura y cómo su participación en las actividades enriquece la experiencia de los visitantes.
Enfatizar la importancia de practicar el etnoturismo de manera responsable y sostenible. Informa a los visitantes sobre la necesidad de respetar las normas y costumbres locales, así como de preservar el medio ambiente y contribuir al desarrollo económico de las comunidades de manera ética.